El japones Shohei Ohtani siempre nos hace sacar estadísticas en cada apertura o en cada turno al bate, pero en la jornada del día viernes hizo que los grandes buscadores de datos tuvieran que escavar en las profundidades de la historia del béisbol, con algo que no se veía desde 1970. Recibió una base por bola que rompió todos los paradigmas.
Para empezar el compromiso, Ohtani era el lanzador abridor por los Angelinos, y también el segundo bate en la alienación. Iniciando la entrada en el propio primer inning, soltó un cuadrangular al jardín derecho que abría el marcador, y a su vez, se afianzaba en el liderato de cuadrangulares de todo el béisbol, era el número 44 de la zafra. Dejando atrás a Salvador Pérez y al propio Vladimir Guerrero Jr.
La historia se escribiría 3 inning más tarde, en la cuarta entrada el lanzador zurdo de los Astros de Houston Framber Valdez, le dio una base por bola intencional a Shohei Ohtani, provocando que la historia se reescribiera nuevamente, dado que desde 1970 no se volviera a ver algo igual: un lanzador recibiendo boleto intencional. Desde que lo hiciera Jim Kaat. Y el primer lanzador en recibir una base por automática fue Juan Pizarro en 1958.
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A pesar de que Shohei Ohtani colocara su nombre en la historia del béisbol, con algo muy raro desde 1970, tuvo suerte con el madero, conectando su bambinazo 44, no fue lo mismo en el montículo. Trabajó por espacio de 3.1 IP, 9 H, 6 R, 6 ER, 1 K, se llevó la segunda derrota de la temporada (L 9-2).
