La historia del béisbol estaba servida, sólo faltaba que Max Scherzer se deleitara su momento al conseguir 6 ponches para los 3000. Llegaba al compromiso del día domingo ante los Padres de San Diego con 2,994 chocolates, tanto así en su afán de conseguir una insignia más en su curriculum histórico que logró un inning inmaculado.
En 1889 se registraba el nombre del primer lanzador en conquistar los 2 mil abanicados, se trataba de Tim Keefe, un arduo lanzador que llegó a ganar más de 40 compromisos por temporadas, haciendo algo inimaginable que era lanzar más de 600.0 inning cada año. Él sería el único serpentinero con los 2 millares de k’s propinados, no hasta que llegara Walter Johnson, quien sería el primer pitcher en romper la barra de los 3,000 abanicados. El récord se veía imposible de romper, inclusive no llegaban ni al 2do puesto que tenía en su poder el icónico Cy Young (2,803 K). No hasta que 51 años después, el nombre de Bob Gibson hacían acto de presencia, se convertiría en el 2do lanzador en la historia con 3,000 o más recetados. Desde Johnson a Verlander, sólo 18 lo había logrado.
La primera victima de Max Scherzer fue el relevista Jack Cassel de los Astros de Houston el 29 de abril de 2008, ese sería 1 de los tantos ponches que propinó ‘Mad Max’ en su brillante carrera, desde ahí transcurrieron 13 años para alcanzar los 3000 quien sería Eric Hosmer, el caballero con el que conquistó los 3 millares. Así se unió a un selecto club donde sólo 19 lanzadores, incluyéndolo a él han tocado la gloria del béisbol. Y si nos ponemos más sigilosos, 14 están en Cooperstown.
Además de toda la euforia y aplausos por los 3000 ponches conseguidos por Max Scherzer, también se unió a un selecto y pequeñito club de 3 juegos lanzando inning’s inmaculados donde está Sandy Kouffax y Chris Sale.
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También se convirtió en apenas el segundo lanzador que más rápido llega a los 3 millares de chocolates (404 juegos), desde los 362 de Randy Johnson en comparación a inning lanzados.
