Si alguien tiene un brazo respetado en la MLB, ese es Mookie Betts, galardonado con el guante de oro en par de ocasiones, y el venezolano Wilmer Flores puso a prueba su agilidad como jardinero y le dio una lección.
Los Dodgers de los Ángeles buscando remediar su derrota en el primer juego de la serie divisional ante su más aguerrido rival, los Gigantes de San Francisco. Un choque atractivo, donde apostaban a forzar un cuarto juego, colocando en el montículo al lanzador con más victorias en toda la MLB, si, a Julio Urías, sería su carta de salvación ante una ofensiva que tiene como virtud lo colectivo.
El inicialista venezolano de los Gigantes de San Francisco, Wilmer Flores, bateaba un rodado para out forzado, quedándose en la almohadilla, en eso ya los Giants perdían 6 carreras contra 1 ante los Ángeles, luego en turno al bate del campo corto Brandon Crawford con corredores en las esquinas, logra sacar un batazo en terreno de nadie, para remolcar el 6-2, y por tomar una base adicional, Betts hace un giro de 360° y la lanza a tercera, sacando al corredor sin mucho esfuerzo.
Mookie Betts fue muy inteligente a la hora de atacar la jugada, dejándola picar para tomar el rebote de la pelota, y el corrido de bases de Wilmer Flores no fue el mejor, pudiéndose quedar en segunda, apostando que el tiro del jardinero iría a home, LaMonte Wade Jr., anotaba en carrera, pero colocaban fin a la entrada.
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Mookie Betts ha sido premiado en 5 ocasiones con el premio guante de oro, en las temporada 2016, 2017, 2018, 2019 y 2020 cuando pertenecía a los Medias Rojas de Boston.
