El jardinero boricua Eddie Rosario tuvo la oportunidad de concretar el out pero su compañero Dansby Swanson no escuchó a tiempo sus gritos y se confundieron dejando caer la bola y rompiendo el No Hit No Run.
Luego de que el abridor de los Bravos de Atlanta, Ian Anderson doblegara a los Astros de Houston en el tercer juego de la Serie Mundial, tras lanzar 5 entradas sin imparables, cero carreras permitidas, ponchó a 4 rivales y otorgó 3 bases por bolas. Su relevo lo respaldó desde que dejó el morrito. Estaban tejiendo un juego sin hit ni carrera pero se rompió de la manera más dolorosa.
En la octava entrada, venía a relevar Tyler Matzek de los Braves, para enfrentar al bateador emergente Aledmys Díaz, soltó un globito en territorio de Eddie Rosario, quien le pedía la bola a Swanson y evitar un choque, pero no se entendieron y dejaron caer la bola. De esa manera se culminaba la hazaña histórica.
El propio jugador Eddie Rosario declaró para Daniel Álvarez, de El Extrabase “La ataqué duro y grité a Dansby Swanson que la tenía, pero no me escuchó, me asusté y quise evitar un choque entre ambos”. Luego salieron del tollo con un fly de Michael Brantley a las manos de Austin Riley y así terminar la octava entrada.
- Artículos que te recomendamos:
- Llamadas del umpire Tom Hallion generaron revuelo en la Serie Mundial
- José Altuve muestra su iQ y deja la defensa de Boston en shock
Los Bravos se llevaron el compromiso y ahora están 2-1 sobre los Astros en el Clásico de Octubre.
