Hay jugadas extrañas en el mundo del béisbol, pero lo que pasó en el juego del sábado entre Phillies y Tigres sólo puede ser descrito como caos… puro caos.
El sábado, el terreno del juego entre los Tigres de Detroit y los Phillies de Philadelphia, los jugadores caminaron, corrieron, tropezaron y se abrieron paso en una extraña octava entrada, y en medio de todo esto hubo una persecución de medio minuto en la que no se sacó ni un out.
Detroit entró a la octava entrada perdiendo 1-8, pero lograron hacer una remontada de ocho carreras en esta sola entrada. Dieron tres hits, recibieron siete bases por bolas, incluidas cuatro seguidas con las bases llenas, tres cambios de pitcheo y un pelotazo. Pero lo más destacado de todo fue una caótica persecución que no resultó en absolutamente nada.
El juego no fue televisado, por lo que la evidencia de que esta jugada sucedió se limita a la narración de Dan Dickerson en la red de radio de los Tigres y este videoclip de Evan Petzold de Detroit Free Press.
Los Tigres tuvieron a Isaac Paredes al bate por segunda vez en la entrada frente a Phillies, después de haber recibido un lanzamiento al cuerpo antes, y estaba en riesgo la potencial carrera del empate en tercera. Ahí fue donde todo se terminó de descarrilar y Philadelphia arruinó una ventaja de 7 carreras en un solo inning.
“Obviamente, nunca te rindas en la jugada”, dijo Hinch, manager de los Tigres. “Pero realmente no anticipé nada de eso. Tuvimos los máximos de la pelota yendo al backstop y luego Greiner llegó a la tercera, y Kreidler volvió a la tercera y creó un desastre. Vimos dos recorridos diferentes en una jugada, una pelota rebotó en la red y luego una caminata justo después. Simplemente… qué lío“.
Sí Hinch, lo del caos que pasó entre los Tigres y Phillies solo puede ser descrito de esa manera. Un puro desastre. Al final del juego la victoria fue de Detroit por un marcador de 9-8.
