El partido del jueves entre los Tigres de Detroit y los Red Sox de Boston vio a la ofensiva de cada equipo dar lo mejor de ella, pero una jugada crucial le costó el partido a los Tigres.
Los Tigres de Detroit anotaron nueve carreras el jueves por la tarde, con 14 hits y cuatro bases por bolas. Por tercer juego consecutivo, el equipo con el peor récord en el béisbol logró formidables turnos al bate y repuntó varias veces para mantener el juego competitivo.
En la octava entrada, con Gregory Soto recién ingresado desde el bullpen de los Tigres, Franchy Cordero de los Red Sox mandó la pelota débilmente a tercera y ahí sucedió la jugada que terminó de descarrilar a Detroit.
Candelario intentó atrapar la pelota moviéndose hacia el plato y al mismo tiempo, Soto se lanzó hacia la línea de tercera base. Cuando Soto cruzó frente a él y metió su guante, distrajó al tercera base de los Tigres y creo una confusión de la que los Red sox tomaron ventaja.
Candelario dejó caer la pelota y Christian Arroyo de Boston anotó para una ventaja de 10-9 y los Red Sox nunca miraron hacia atrás. “Quiero decir, simplemente no completamos las jugadas“, dijo el manager AJ Hinch.
La lucha de Soto fue otro síntoma más del debilitado bullpen de los Tigres, que ingresó el jueves con una efectividad de 6.75, la peor en Las Mayores. Después de la partida del abridor, los cinco relevistas permitieron carreras: Tyler Alexander, Buck Farmer, Kyle Funkhouser, Alex Lange y Soto.
Al momento los Tigres de Detroit ocupan el ultimo lugar en la Central de la Liga Americana y los Red Sox continua reinando en el Este de la Liga Americana ocupando el primer lugar.
